Colorifix está revolucionando el teñido de telas al utilizar ADN de la naturaleza para enseñar a los microbios a crear colores vibrantes y sostenibles, beneficiando a la humanidad al reducir la contaminación y el uso de agua en la industria de la moda.
La empresa británica Colorifix es pionera en un proceso de teñido de telas que imita los colores de la naturaleza. La empresa identifica el código de ADN de un color que se encuentra en la naturaleza y lo inserta en microbios bioingenierizados. Estos microbios, alimentados con azúcar y nitrógeno, luego producen grandes cantidades de tinte.
Fundada por Orr Yarkoni y Jim Ajioka después de presenciar los efectos tóxicos de los tintes químicos en Nepal, Colorifix tiene como objetivo devolver la industria de la moda a sus raíces. Antes del siglo XIX, los tintes provenían de fuentes naturales, lo que convertía la ropa colorida en un lujo. Colorifix utiliza la tecnología del siglo XXI para desbloquear nuevos pigmentos naturales.
Colorifix ha patentado su proceso de producción y fijación de tinte en la tela. Este enfoque innovador permite a las tintorerías instalar los biorreactores de Colorifix in situ. La empresa tiene capacidad operativa en Europa y Sudamérica, con planes de expansión a Asia del Sur.
Colorifix se ha asociado con marcas como Pangaia y Vollebak. También están extendiendo su aplicación a nuevos materiales como Spiber y Circulose. La empresa ha teñido con éxito verdes y naranjas, agregando a su paleta de Índigo, Rosa Rubor y Arena Iluminada por el Sol.
Los tintes naturales de Colorifix reducen la contaminación química en un 80 % y requieren menos enjuagues. Esto ahorra cantidades significativas de agua en comparación con los tintes sintéticos. Al teñir la ropa con tintes naturales, Colorifix está ayudando a proteger el medio ambiente.