El análisis genético del entierro de un niño antiguo en Baviera, apodado el 'Príncipe de Hielo', proporciona información sobre la vida de la élite y las primeras influencias cristianas en la Europa del siglo VII, ofreciendo una visión del pasado.
En 2021, arqueólogos en Mattsies, al sur de Alemania, descubrieron el cuerpo notablemente bien conservado de un niño pequeño, de aproximadamente 18 meses de edad, enterrado hace más de 1350 años. Para preservar el delicado hallazgo, toda la cámara funeraria de piedra fue congelada en un bloque de hielo para su transporte a un laboratorio en Bamberg. Esta innovadora técnica permitió un estudio detallado sin perturbar los restos.
El niño, que vivió entre el 670 y el 680 d.C., pertenecía a una familia de alto estatus, como lo demuestran los ajuares funerarios. El sitio de entierro, construido con piedra y sellado con mortero de cal, estaba ubicado dentro de una antigua villa romana. El análisis dental y de ADN reveló que el niño tenía ojos azules y cabello rubio, probablemente nacido en la misma región.
A pesar de ser amamantado, el niño murió a causa de una infección de oído mal tratada, una causa común de mortalidad en las sociedades premodernas. El niño fue enterrado con ropa fina, incluidos zapatos de cuero, pantalones y una túnica de lino de manga larga adornada con bandas de seda. La seda, un artículo de lujo, probablemente fue importada del Imperio Bizantino.
También se encontraron pulseras de plata, espuelas, una espada con incrustaciones de oro y un fragmento de tela con pan de oro en forma de cruz. Esta cruz sugiere una influencia cristiana temprana entre la élite. También se descubrieron un cuenco de bronce con un peine, un recipiente de madera, una copa reforzada con plata, avellanas, manzanas, una pera y huesos de lechón.
Según Mathias Pfeil, Director General del BLfD, los ajuares funerarios sugieren un ritual de banquete funerario. "El peine se usaba para el aseo, el cuenco de bronce para lavarse las manos, y la vajilla de madera torneada y las copas con detalles de plata se usaban durante las comidas ceremoniales", concluye. Este descubrimiento destaca las complejas prácticas sociales y religiosas de la Baviera de principios de la Edad Media.