Muchos siguen siendo escépticos sobre la arqueogenética, argumentando que la investigación genética no puede responder preguntas sobre la cultura o identidad de un individuo en el pasado. La complejidad de la identidad, la cultura y la ascendencia biológica dificulta la reconstrucción de identidades históricas.
Sin embargo, la arqueogenética proporciona información indiscutible sobre el sexo biológico, ciertas enfermedades, la ascendencia genética y las relaciones familiares. Las reconstrucciones genéticas a nivel de grupo pueden revelar cómo se movieron e interactuaron las poblaciones pasadas, aunque estos hallazgos deben contextualizarse con fuentes históricas y evidencia arqueológica para evitar conceptos simplistas de identidad grupal.
La investigación se ha centrado principalmente en sitios funerarios de élite, pero estudios recientes han examinado los cementerios de aldeanos comunes. El objetivo era investigar las diferencias y similitudes genéticas entre grupos de aldeanos y de élite, iluminando los cambios poblacionales en la cuenca de los Cárpatos antes y después de la Conquista.
Los hallazgos indican que la composición genética de ambos grupos es altamente heterogénea. Los cementerios de élite muestran una presencia significativa de líneas maternas y paternas de Eurasia del Este (30-40%), mientras que los cementerios de aldeanos exhiben una disminución de estos elementos debido a la mezcla local. La evidencia sugiere que los descendientes de los grupos entrantes mantuvieron estas líneas genéticas.
La composición de las líneas maternas del grupo de aldeanos difería significativamente de la del grupo de élite, lo que indica orígenes distintos. Los análisis genéticos poblacionales revelaron que el grupo de aldeanos está principalmente relacionado con poblaciones europeas y del Cercano Oriente, mientras que se mantiene genéticamente distinto del grupo de élite.
La investigación indica que la población de aldeanos desciende en gran parte de los habitantes anteriores de la cuenca de los Cárpatos, con evidencia arqueológica que apoya que muchos sobrevivieron a la Conquista. La presencia de líneas maternas de Eurasia del Este en el grupo de aldeanos sugiere mezcla con grupos entrantes, probablemente Avaros y/o la élite de la Conquista.
Las estimaciones actuales sugieren que la población original de la cuenca de los Cárpatos durante la Conquista podría haber sido de alrededor del 80-90%, siendo los grupos entrantes una minoría. La integración de la población local ocurrió rápidamente, formando la base de la población húngara medieval.
Los análisis genéticos de las líneas maternas se vinculan a diversas culturas arqueológicas, incluidas aquellas presentes desde el Neolítico. La composición genética de los húngaros modernos refleja una rica historia de migración e interacción cultural, incorporando elementos de numerosos haplogrupos.
Las investigaciones futuras tienen como objetivo explorar materiales genéticos de sitios funerarios en la región de los Urales y la estepa, lo que podría proporcionar más información sobre los orígenes de las poblaciones de la Conquista y aclarar las narrativas históricas sobre las conexiones entre los hunos y los húngaros.