El 14 de enero de 2025, el telescopio XMM-Newton de la Agencia Espacial Europea (ESA) reveló hallazgos significativos sobre agujeros negros supermasivos. Un equipo de investigación liderado por el Massachusetts Institute of Technology (MIT), que incluye a científicos del Instituto Nacional de Astrofísica de Italia (INAF), detectó oscilaciones cuasi-periódicas en las señales de rayos X emitidas por la corona que rodea al agujero negro supermasivo 1ES 1927+654, ubicado en una galaxia cercana.
Estas oscilaciones, presentadas en la 245ª reunión de la American Astronomical Society y detalladas en un próximo artículo en Nature, desafían las teorías existentes sobre la acreción de agujeros negros. Las observaciones de XMM-Newton mostraron un comportamiento inesperado de 1ES 1927+654, particularmente después de una erupción en 2018 que interrumpió temporalmente su corona de rayos X. Observaciones posteriores notaron fluctuaciones regulares en la intensidad de los rayos X, variando aproximadamente un 10% en escalas de tiempo de 400 a 1000 segundos.
Las oscilaciones podrían indicar la presencia de un objeto masivo, potencialmente una enana blanca, en órbita alrededor del agujero negro antes de ser consumido. Las predicciones teóricas sugerían que este objeto cruzaría el horizonte de eventos para enero de 2024, lo que llevaría a la cesación de las oscilaciones. Sin embargo, a partir de marzo de 2024, XMM-Newton continuó detectando estas oscilaciones, con el objeto viajando a la mitad de la velocidad de la luz.
Este descubrimiento inesperado plantea preguntas sobre los mecanismos en juego, sugiriendo que podrían estar involucrados procesos alternativos más allá de las ondas gravitacionales. La ESA planea lanzar el Laser Interferometer Space Antenna (LISA) en 2030, que se centrará en detectar ondas gravitacionales en el rango de frecuencias emitidas por 1ES 1927+654, ofreciendo potencialmente una comprensión más profunda de la dinámica de este agujero negro supermasivo.