El 11 de octubre de 2024, astrofísicos revelaron un descubrimiento significativo sobre la estructura de la Vía Láctea, identificando tanto campos magnéticos que rodean la galaxia como la fuente de burbujas de gas a ambos lados de su disco.
Utilizando datos de emisiones de rayos X, los investigadores estudiaron dos estructuras masivas, conocidas como burbujas eROSITA, que fueron detectadas por primera vez hace cuatro años. Cada burbuja abarca aproximadamente 45,000 años luz y está llena de gas caliente. El estudio sugiere que estas burbujas pueden estar vinculadas a la actividad de formación estelar o al agujero negro supermasivo central de la Vía Láctea.
Al analizar la polarización de la luz de estas burbujas, los científicos encontraron largos filamentos magnéticos, lo que indica que la formación de nuevas estrellas es probablemente la fuente de las burbujas. Estos hallazgos sugieren que un anillo de formación estelar ubicado entre 10,000 y 16,000 años luz del centro galáctico podría estar impulsando el gas caliente hacia el halo de la galaxia.
Esta investigación ofrece las primeras mediciones detalladas de los campos magnéticos en el halo de la Vía Láctea y sugiere una conexión entre la formación de estrellas y las expulsiones de gas de la galaxia. La presencia de estos campos magnéticos parece estar estrechamente relacionada con las regiones de formación estelar dentro de la Vía Láctea.