Actividad volcánica mundial: Erupciones del Etna y del Fuego

Informes recientes indican una actividad volcánica significativa en todo el mundo. El volcán Fuego en Guatemala comenzó a entrar en erupción nuevamente el 8 de junio, lo que provocó evacuaciones debido al intenso flujo de lava. La erupción liberó una cantidad sustancial de CO2 a la atmósfera, como señaló el bloguero Rafael Capacho en las redes sociales. Antes de esto, el volcán Fuego había entrado en erupción el 6 de junio, con una duración de 13 horas. Las autoridades emitieron una alerta naranja debido a la proximidad de la erupción a zonas pobladas, con más de 700 personas evacuadas. El Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (INSIVUMEH) de Guatemala informó sobre la actividad. Simultáneamente, el 2 de junio, el Monte Etna en la isla italiana de Sicilia también mostró signos de actividad. El Etna es el volcán más activo de Europa, y la reciente erupción produjo fuentes de lava, cenizas y humo. El flujo de lava de la erupción del Etna no impactó directamente en las zonas pobladas cercanas. Según el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV) de Italia, la actividad incluyó explosiones estrombolianas y emisiones de cenizas. Un análisis más profundo de la erupción del Etna por el INGV indicó que la actividad se concentró en el Cráter Sureste, con columnas de ceniza que alcanzaron altitudes de varios kilómetros. La erupción del Fuego, además de las emisiones de CO2, también representó una amenaza de flujos piroclásticos, que son corrientes rápidas de gas caliente y material volcánico, según informes de Associated Press. La actividad volcánica en curso destaca la naturaleza dinámica de la Tierra y los peligros potenciales asociados a ella. Las erupciones de ambos volcanes sirven como recordatorio de la importancia del monitoreo y la preparación en las regiones propensas a peligros volcánicos. Además, la liberación de gases volcánicos como el CO2 puede contribuir al cambio climático, lo que subraya el impacto global de estos eventos. Una investigación más profunda sobre la composición específica de los gases emitidos y la extensión de las columnas de ceniza es crucial para comprender las consecuencias ambientales.