Un sismo de magnitud 6.1 golpeó la provincia de Balikesir, en el noroeste de Turquía, el 10 de agosto de 2025, a las 19:53 hora local. El epicentro se localizó en el distrito de Sindirgi, y el impacto se sintió en una amplia región, incluyendo ciudades importantes como Estambul y Bursa. Los informes iniciales desde Sindirgi detallan el colapso de aproximadamente una docena de edificios, y los esfuerzos de rescate han logrado liberar a cuatro personas atrapadas entre los escombros. La cercana aldea de Golcuk también sufrió daños, con el minarete de una mezquita reportado como dañado.
Tras el temblor principal, se registraron varias réplicas, una de ellas de magnitud 4.6. Las autoridades han emitido recomendaciones a la población para que eviten o evacúen edificaciones que presenten riesgo. Este evento subraya la continua vulnerabilidad de Turquía a los desastres sísmicos, ocurriendo menos de dos años después de los devastadores terremotos de febrero de 2023 que cobraron más de 53,000 vidas en Turquía y 6,000 en el norte de Siria. La proximidad a Estambul resalta el potencial de un impacto generalizado debido a la actividad sísmica regional, y los derrumbes de edificios ponen de manifiesto las preocupaciones sobre la integridad estructural y la preparación ante terremotos en el sector de la construcción turco. Los equipos de emergencia están evaluando la integridad estructural de los edificios en las áreas afectadas, y los sismólogos continúan monitoreando los patrones de réplicas. La agencia nacional de gestión de desastres coordinará los esfuerzos de socorro y la provisión de viviendas temporales.