Un clima severo azotó Pakistán en mayo de 2025, afectando particularmente a la provincia de Punjab. Tras un período de intenso calor, las tormentas trajeron fuertes vientos y fuertes lluvias a la región.
Las tormentas provocaron el colapso de edificios y otros incidentes. Los informes iniciales indicaron al menos ocho muertes y numerosas lesiones en ciudades como Jhelum, Rawalpindi y Lahore. Se iniciaron operaciones de rescate y se proporcionó asistencia financiera a las familias afectadas.
El Departamento Meteorológico de Pakistán (PMD) había emitido advertencias sobre la continuación de tormentas eléctricas y tormentas de polvo en Punjab, Khyber Pakhtunkhwa e Islamabad. Se aconsejó a los residentes que tomaran precauciones, evitaran viajes innecesarios y se mantuvieran alejados de postes eléctricos y estructuras inestables. Las tormentas desarraigaron árboles y dañaron paneles solares, lo que perturbó aún más la vida diaria.