Un trágico deslizamiento de tierra arrasó la aldea de Tarasin, situada en las Montañas Marrah de Sudán, el pasado 31 de agosto de 2025. El suceso, provocado por días de intensas precipitaciones que saturaron el suelo, resultó en la destrucción total de esta comunidad, conocida por su producción de cítricos.
Según informes del Movimiento de Liberación de Sudán (SLM), grupo rebelde que controla la región, al menos 1.000 personas perdieron la vida en este desastre, y solo se reportó un superviviente. Las consecuencias económicas para los medios de subsistencia locales aún se están evaluando.
La región de Darfur, ya gravemente afectada por la guerra civil en curso desde abril de 2023 entre el ejército sudanés y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), enfrenta ahora un desafío humanitario adicional de gran magnitud. El SLM ha emitido un llamado urgente a las Naciones Unidas y a las organizaciones humanitarias internacionales para obtener apoyo en las operaciones de búsqueda y rescate, así como en la recuperación de los cuerpos de las víctimas.
El gobernador de Darfur, Minni Minnawi, ha calificado el deslizamiento como una "tragedia humanitaria que trasciende las fronteras de la región", haciendo un llamado a la intervención internacional urgente. La inaccesibilidad de la región para las organizaciones de ayuda, debido a las restricciones y los combates, complica aún más la respuesta a esta tragedia natural.