La tormenta tropical Trami se ha alejado del noroeste de Filipinas, resultando en al menos 82 muertes debido a deslizamientos de tierra e inundaciones generalizadas. Las autoridades están movilizando botes de rescate adicionales para ayudar a miles de personas atrapadas en las áreas afectadas.
La tormenta, clasificada como la undécima y una de las más mortales del año en Filipinas, podría no haber terminado su curso. Los meteorólogos han elevado la posibilidad de un raro cambio en su trayectoria, influenciado por vientos de alta presión en el Mar de China Meridional.
El viernes, un jefe de policía provincial informó que 49 de los fallecidos eran principalmente víctimas de deslizamientos de tierra provocados por Trami en la provincia de Batangas, al sur de Manila. El número total de muertes causadas por la tormenta ha alcanzado al menos 82, con 11 personas aún desaparecidas.
Los esfuerzos de rescate se han visto obstaculizados por las condiciones, ya que la policía y los equipos de rescate buscan a través de tres metros de barro y escombros. Entre los desaparecidos se encuentran la esposa y el hijo de un aldeano, enterrados en un deslizamiento de tierra durante fuertes lluvias.
La tormenta fue observada por última vez el viernes, posicionada a 410 kilómetros al oeste de Ilocos Sur, con vientos sostenidos de 95 km/h. Actualmente se mueve hacia el noroeste en dirección a Vietnam, que se espera que experimente sus efectos a partir del domingo, si mantiene su trayectoria.
Sin embargo, la agencia meteorológica filipina advierte que la tormenta podría potencialmente volver hacia Filipinas debido a condiciones atmosféricas. El presidente Ferdinand Marcos expresó preocupación por esta posibilidad durante una reunión de emergencia, señalando que la lluvia y los daños podrían continuar incluso si la tormenta no toca tierra.
El camino de Trami está siendo monitoreado de cerca por expertos meteorológicos en Asia, incluidos aquellos de Japón, que están ayudando a Filipinas a rastrear la tormenta. Las muertes incluyen 26 individuos de Bicol, una región gravemente afectada por inundaciones y deslizamientos de tierra.
A pesar de no haberse intensificado en un tifón, Trami ha dejado caer lluvias inusualmente intensas, con algunas regiones registrando la cantidad de lluvia de uno a dos meses en solo 24 horas, lo que ha provocado inundaciones repentinas.
Normalmente, Filipinas soporta alrededor de 20 tormentas y tifones al año. El devastador tifón Haiyan en 2013 sirve como un recordatorio del potencial de devastación, causando más de 7,300 muertes o desaparecidos.