El 10 de octubre de 2024, el huracán Milton tocó tierra en la costa del Golfo de Florida, causando destrucción generalizada y pérdida de vidas. La tormenta, que inicialmente impactó como un huracán de categoría 3 cerca de Siesta Key, se debilitó rápidamente a categoría 1, pero dejó un rastro de devastación.
Con vientos sostenidos máximos de 120 mph, Milton dejó sin electricidad a más de 3 millones de clientes y generó al menos 150 tornados en todo el estado. La tormenta resultó en al menos nueve muertes confirmadas, con más bajas esperadas a medida que continúan las operaciones de búsqueda y rescate.
Después del evento, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, declaró que el alcance total de los daños se haría más claro a medida que se realizaran evaluaciones a lo largo del día. Señaló que, aunque la temida marejada ciclónica para Tampa no se materializó, áreas como el condado de Sarasota experimentaron marejadas de 8 a 10 pies.
Los informes indican que Plant City enfrentó inundaciones asombrosas, con más de 13 pulgadas de lluvia registradas. Los equipos de emergencia rescataron a decenas de residentes atrapados por las aguas crecientes. St. Petersburg vio 18.5 pulgadas de lluvia en 24 horas, marcando un evento meteorológico raro y severo.
A medida que la tormenta se movía hacia el interior, los funcionarios instaron a los residentes a permanecer en interiores debido a los riesgos continuos de líneas eléctricas caídas y inundaciones. La situación sigue siendo crítica mientras comienzan los esfuerzos de recuperación en las regiones afectadas.