Mientras el huracán Milton se acerca a la costa del Golfo de Florida, ha recuperado la fuerza de categoría 5, con vientos sostenidos que alcanzan las 180 mph. Se espera que la tormenta toque tierra tarde el 9 de octubre de 2024, amenazando con una devastación generalizada en la región.
El presidente Joe Biden ha pospuesto su viaje internacional para supervisar la respuesta federal a este evento potencialmente catastrófico. Enfatizó la urgencia de las evacuaciones, afirmando: 'Es una cuestión de vida o muerte.' Se ha ordenado la evacuación de millones de personas, particularmente en el área de Tampa Bay, que no ha enfrentado un huracán directo en más de un siglo.
El Centro Nacional de Huracanes prevé que Milton podría producir oleadas de tormenta de hasta 15 pies, que podrían inundar vecindarios enteros. A medida que los residentes se preparan, largas filas en las estaciones de servicio y carreteras abarrotadas indican la gravedad de la situación. Los funcionarios locales han advertido que aquellos que elijan quedarse pueden enfrentar consecuencias graves, ya que los servicios de emergencia no arriesgarán sus vidas durante el pico de la tormenta.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, ha ampliado la declaración de emergencia a 51 condados, instando a los residentes a abastecerse de suministros y seguir las órdenes de evacuación. La tormenta sigue de cerca al huracán Helene, que recientemente causó daños significativos y pérdida de vidas en el sureste de los Estados Unidos. Este desastre acumulativo destaca la creciente frecuencia e intensidad de los huracanes atribuidos al cambio climático.