En junio de 2025, los astrónomos detectaron una ráfaga de radio de 30 nanosegundos que se originó en el satélite Relay 2 de la NASA, inactivo durante casi seis décadas.
La señal, identificada por el equipo de Clancy James en la Universidad de Curtin, fue tan intensa que eclipsó brevemente todo lo demás en el cielo nocturno.
Los investigadores determinaron que la ráfaga tenía una anchura de menos de 30 nanosegundos y una densidad de flujo de al menos 300 kJy, y la fuente se identificó como el antiguo satélite Relay 2 de la NASA.
El equipo especula que una colisión o una descarga electrostática masiva podrían ser la causa, dados los escombros orbitales.
Esta detección podría convertirse en un nuevo método para evaluar tales fenómenos en el espacio, especialmente con el aumento de los desechos espaciales y los satélites vulnerables.