El astrofísico Avi Loeb acusa a la NASA de ocultar imágenes cruciales del objeto interestelar 3I/ATLAS

Editado por: Uliana S.

La comunidad científica internacional continúa inmersa en un clima de tensión y debate respecto a la trayectoria y, sobre todo, la verdadera naturaleza del objeto interestelar conocido como 3I/ATLAS, que ha realizado recientemente un tránsito a través de nuestro Sistema Solar. En este contexto de incertidumbre, el renombrado astrofísico Avi Loeb, profesor titular de la prestigiosa Universidad de Harvard, ha lanzado una serie de graves acusaciones contra la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA). Loeb sostiene que la agencia espacial está incurriendo en un acto de ocultación intencionada al retener datos cruciales y fotografías esenciales relacionadas con este misterioso cuerpo cósmico.

El eje central de la reclamación de Avi Loeb se articula alrededor de una toma fotográfica específica. Él asegura que esta imagen fue capturada el 2 de octubre de 2025 por la cámara HiRISE, un instrumento de alta resolución instalado a bordo del orbitador Mars Reconnaissance Orbiter (MRO). En aquel momento crucial, el cometa 3I/ATLAS, que había sido descubierto apenas el 1 de julio de 2025, se encontraba a una distancia aproximada de 30 millones de kilómetros de la superficie de Marte. El astrofísico ha hecho público que su solicitud oficial, dirigida al investigador principal de HiRISE con el fin de obtener acceso a esta imagen, no ha recibido respuesta alguna. La observación desde la órbita marciana, particularmente mediante la capacidad de HiRISE, se consideraba un paso críticamente importante para poder determinar de manera precisa el diámetro del núcleo del objeto interestelar.

El objeto 3I/ATLAS, que ostenta la distinción de ser el tercer cuerpo interestelar conocido que atraviesa nuestro sistema, ha generado una intensa controversia en la comunidad científica debido a la presentación de características altamente anómalas. Loeb ha planteado repetidamente la audaz hipótesis de que este cuerpo no se trata simplemente de un cometa natural, sino que podría representar una nave o artefacto de origen artificial. Para sustentar esta idea, el profesor de Harvard señala la aceleración inusual del objeto y, crucialmente, su singular composición química, destacando la expulsión de níquel sin la presencia correspondiente de hierro. Este patrón, a su juicio, es un fenómeno que resulta físicamente incompatible con la estructura y el comportamiento esperados de los cometas ordinarios. Por el contrario, la mayoría de los astrónomos, alineados con la postura oficial de la NASA, mantienen firmemente que 3I/ATLAS es, de hecho, un cometa, y que su paso fugaz ofrece una oportunidad invaluable para perfeccionar los sistemas de monitoreo y defensa planetaria.

El propio Loeb especula que la razón subyacente a la retención de estos datos sensibles podría radicar en que la imagen capturada el 2 de octubre de 2025 tendría el potencial de desmentir categóricamente la afirmación de la NASA de que la "expulsión atípica" observada inicialmente se transformó posteriormente en una cola cometaria convencional. Es importante destacar que este objeto se desplaza a una velocidad récord, alcanzando aproximadamente 58 kilómetros por segundo, lo que lo hace significativamente más rápido que sus predecesores interestelares conocidos, el enigmático 'Oumuamua' y el Cometa Borisov. El 29 de octubre de 2025, el cometa 3I/ATLAS alcanzó su perihelio, el punto de máxima aproximación al Sol, pasando a 203 millones de kilómetros de la estrella. Tras este punto, inició su inexorable viaje de salida del Sistema Solar. La falta de acceso a la información obtenida durante los momentos críticos de aproximación a Marte plantea serias dudas sobre la transparencia, un valor fundamental para el avance del conocimiento científico y la colaboración internacional.

En cuanto a su trayectoria futura, se anticipa que la mínima distancia entre 3I/ATLAS y la Tierra se producirá el 19 de diciembre de 2025. Además, las estimaciones sobre la antigüedad del objeto sugieren que podría superar los 7 u 8 mil millones de años, un dato fascinante que potencialmente lo convertiría en un cuerpo más antiguo que el propio Sol y el resto de nuestro sistema planetario.

Fuentes

  • MVS Noticias

  • El Universo

  • SDP Noticias

  • La 100

  • El Comercio Perú

  • Xataka

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