Dos nuevas momias, llamadas Paloma y Antonio, han sido descubiertas en el desierto de Nazca, Perú, reavivando los debates sobre su origen. Encontradas por el periodista y ufólogo Jaime Maussan, estas momias comparten características distintivas con hallazgos anteriores, incluyendo tres dedos y pequeños ojos rasgados.
El Dr. David Ruiz Vela, ex presidente de la Asociación Médica de Perú, analizó las momias y notó órganos humanoides con una estructura cerebral visible. Informó que Antonio tenía una herida de cuchillo en el pecho, mientras que Paloma tenía cabello, lo que es un primer caso entre estas momias. Ambas se estiman en alrededor de 1,500 años.
Los investigadores sugieren que los cuerpos pudieron haberse preservado gracias a algas y un adhesivo altamente tóxico no conocido en esa época. Maussan ha presentado numerosos cuerpos similares, afirmando que son evidencia de seres extraterrestres que alguna vez caminaron sobre la Tierra, aunque los expertos siguen siendo escépticos, afirmando que probablemente son muñecos manipulados.
En 2018, análisis independientes concluyeron que las momias anteriores eran restos precolombinos modificados. Sin embargo, los últimos hallazgos muestran diferencias significativas en rasgos faciales, tamaños y lesiones. El Dr. Ruiz Vela declaró que la lesión de Antonio penetró su caja torácica afectando órganos vitales.
El periodista Jois Mantilla, que aboga por la autenticidad de las momias, insinuó que revelará más en 2025 sobre su sitio de descubrimiento secreto, previamente oculto para protegerlo de saqueadores. Notablemente, las momias anteriores tenían cuatro tipos diferentes de ADN, incluyendo humano, dos de monos africanos y un tipo desconocido, lo que podría explicar la característica de tres dedos.