El océano profundo es un entorno dinámico, con corrientes masivas e invisibles conocidas como células de inversión abisal que trabajan constantemente. Estas corrientes son cruciales, transportando todo, desde pequeños sedimentos y larvas marinas hasta microplásticos. También juegan un papel vital en la regulación del clima de la Tierra al intercambiar calor, sal y gases, lo que los hace esenciales para los ecosistemas marinos.
Investigadores de la Institución de Oceanografía Scripps han creado un nuevo y revolucionario conjunto de datos llamado SRTM15+ V2.5.5. Esta cuadrícula de elevación global de alta resolución se basa en más de 33,6 millones de mediciones, proporcionando una vista detallada sin precedentes del fondo marino.
Este nuevo conjunto de datos es un punto de inflexión, que permite a los científicos crear simulaciones más precisas de la circulación oceánica. Esta mejor comprensión ayuda a los investigadores a estudiar cómo estas corrientes de aguas profundas influyen en los patrones climáticos y la propagación de contaminantes. Este avance es clave para predecir futuros cambios ambientales y desarrollar estrategias efectivas para proteger nuestros océanos.