La búsqueda de alternativas sostenibles a los plásticos derivados del petróleo ha llevado a descubrimientos revolucionarios en materiales respetuosos con el medio ambiente marino. Los investigadores están desarrollando bioplásticos innovadores que se degradan rápidamente en agua de mar, abordando el persistente problema de la contaminación por plásticos.
Científicos del Woods Hole Oceanographic Institution (WHOI) descubrieron que la espuma de diacetato de celulosa (CDA) se degrada rápidamente en agua de mar. En 36 semanas, la CDA perdió entre el 65 y el 70% de su masa, degradándose 15 veces más rápido que la CDA sólida. Esto convierte a la CDA en un sustituto prometedor de plásticos persistentes como el poliestireno expandido (Styrofoam).
Otros avances incluyen un material 100% biodegradable desarrollado en la Universidad de Copenhague. Este material, hecho de almidón de cebada y nanofibras de celulosa de residuos de remolacha azucarera, se descompone en dos meses. Estas innovaciones resaltan el potencial de los bioplásticos para revolucionar el embalaje y reducir el impacto ambiental. En Latinoamérica, la preocupación por la contaminación plástica es creciente, y estas soluciones podrían ser clave para un futuro más limpio. En países como México y Argentina, se están implementando iniciativas para fomentar el uso de materiales biodegradables y reducir el uso de plásticos de un solo uso, buscando un impacto positivo en las comunidades y el medio ambiente.