En el área marina protegida frente a la costa de Cap d'Agde, Francia, se está llevando a cabo un proyecto innovador para restaurar el lecho marino. Desde 2022, se han instalado arrecifes artificiales hechos de hormigón cerca de las rocas de Fort Brescou.
Estos arrecifes, colocados a una profundidad de veinte metros, están diseñados para proporcionar hábitat a peces y crustáceos. La iniciativa tiene como objetivo revitalizar la fauna y flora locales, que se han visto afectadas por las actividades náuticas.
Los resultados son alentadores: en tres años, los corales han cubierto por completo las estructuras, y 16 especies han encontrado refugio. Esto ha llevado a un resurgimiento de la biodiversidad, para deleite de los buceadores.
Sin embargo, el proyecto suscita debate en la comunidad científica. Algunos expertos están estudiando los efectos a largo plazo de estos arrecifes. También están experimentando con estructuras para ayudar a la recuperación de las ostras planas, que se enfrentan a la extinción.
La atención se centra en la creación de estructuras que satisfagan necesidades específicas, evitando el uso de materiales de desecho como arrecifes. Este es un cambio con respecto a las prácticas del pasado, como el uso de neumáticos, que pueden descomponerse y liberar productos químicos dañinos.