En Belém, Brasil, la reforestación urbana se ha vuelto esencial para mejorar la calidad de vida. Desde 2022, la Secretaría Municipal de Medio Ambiente ha plantado más de 8,000 plántulas de árboles, abarcando 68 especies que contribuyen a la mejora ambiental. Este esfuerzo no solo busca embellecer los espacios urbanos, sino también combatir el cambio climático, mejorar la calidad del aire y promover el bienestar comunitario.
Un reciente debate organizado por autoridades locales, incluido el Museo Emílio Goeldi y la Universidad Federal Rural de la Amazonía, se centró en el proceso de reforestación urbana, destacando la importancia de la investigación científica en la selección de especies adecuadas para el clima y el suelo de la región.
Kayan Rossy, director del Departamento de Áreas Verdes Públicas, enfatizó la necesidad de una planificación meticulosa en la plantación de árboles. Advirtió sobre la plantación no autorizada, ya que las especies inapropiadas pueden causar daños a la infraestructura. Los árboles son vitales para regular los microclimas, reducir las temperaturas y mejorar la calidad del aire.
Además, los árboles urbanos juegan un papel crucial en la preservación de la biodiversidad. Según la ecóloga Marlúcia Martins, los árboles apoyan a los polinizadores y mejoran la seguridad alimentaria. Proporcionan frutos y flores que atraen a diversas especies de fauna, reforzando así la cadena ecológica y la identidad cultural de la ciudad.
Los lugares más significativos para la plantación de árboles incluyen grandes avenidas y plazas públicas, siendo el Ipê Rosa, Pau Preto y Mangueira las especies más comúnmente plantadas. Estas iniciativas son críticas a medida que las áreas urbanas se expanden, con proyecciones que indican que el 70% de la población mundial residirá en ciudades para 2050.
Mientras tanto, en Italia, el Día Nacional del Árbol, celebrado el 21 de noviembre, vio a estudiantes participar en actividades de plantación de árboles, subrayando el papel vital de los árboles en los ecosistemas urbanos. Celebrado por Legambiente, el evento destacó las funciones de los árboles en la lucha contra el cambio climático y la mejora de la resiliencia urbana.