Arqueólogos en Jerusalén han descubierto un anillo de oro de 2300 años de antigüedad en el sitio de la Ciudad de David, en el Parque Nacional de las Murallas de Jerusalén. Este hallazgo, que data del período helenístico temprano (332-141 a. C.), es el segundo anillo de este tipo desenterrado en la zona en un año.
Se cree que el anillo, lo suficientemente pequeño como para caberle a un niño, fue enterrado intencionalmente como parte de un ritual de iniciación para mujeres jóvenes antes del matrimonio. Los anillos fueron descubiertos en los cimientos de un gran edificio, junto con aretes de bronce y un arete de oro adornado con una imagen de animal con cuernos y una cuenta de oro decorada.
Los investigadores sugieren que las joyas fueron enterradas como parte de una costumbre helenística en la que las mujeres comprometidas enterraban objetos de la infancia para simbolizar su transición a la edad adulta. Los artefactos reflejan la riqueza y el alto nivel de vida de los residentes de Jerusalén durante este período, y la mezcla de influencias orientales y mediterráneas en la moda debido a las conquistas de Alejandro Magno.