Las nubes estratosféricas polares, también conocidas como nubes nacaradas, son formaciones atmosféricas que se desarrollan en la estratosfera superior, a altitudes entre 15 y 25 kilómetros, en regiones polares durante el invierno. Estas nubes se componen principalmente de cristales de hielo y se caracterizan por sus colores iridiscentes, visibles especialmente al amanecer y al atardecer.
La formación de estas nubes ocurre cuando las temperaturas en la estratosfera descienden significativamente, permitiendo que el vapor de agua se condense en cristales de hielo. Este fenómeno es más común en invierno, pero en ocasiones puede observarse en otras estaciones bajo condiciones climáticas específicas.
Además de su belleza visual, las nubes estratosféricas polares desempeñan un papel en la química atmosférica. Se ha observado que facilitan reacciones que contribuyen a la disminución de la capa de ozono, aunque su impacto en este proceso es menor en comparación con otros factores.
La aparición de estas nubes en diferentes momentos y lugares puede reflejar variaciones en las condiciones climáticas y atmosféricas. Su estudio continuo es esencial para comprender mejor los procesos atmosféricos y su influencia en el clima global.