En un descubrimiento innovador, un equipo internacional de científicos de Alemania ha desenterrado hallazgos notables bajo las aguas de un manantial en la Antártida. Los resultados, publicados en la revista Nature, ofrecen perspectivas sobre ecosistemas antiguos.
Los investigadores lograron perforar hasta una profundidad de 30 metros en el fondo marino, descubriendo sedimentos únicos de 90 millones de años. Utilizando tomografía computarizada, identificaron fósiles de plantas antiguas bien conservados.
Los fósiles contenían esporas de helechos y polen de flores, lo que indica que la región alguna vez albergó un denso bosque pantanoso. La excepcional conservación de estos fósiles permite a los científicos examinar detalles intrincados de los sistemas radiculares de las plantas que prosperaron en este antiguo bosque.