Arqueólogos han descubierto un montón de 15 cráneos humanos en el pueblo neolítico de Masseria Candelaro, ubicado en la región de Puglia, Italia. Los cráneos, que estaban desgastados y rotos, no muestran signos de violencia, lo que sugiere que se manejaron como parte de un antiguo ritual ancestral.
Esta colección única se encontró dentro de un edificio, lo que difiere de los hallazgos típicos en áreas de entierro. El equipo de investigación, dirigido por Jess Thompson de la Universidad de Cambridge, publicó sus hallazgos el 13 de noviembre en el European Journal of Archaeology.
Las dataciones por radiocarbono de algunos de los 400 fragmentos óseos indican que los cráneos datan de entre 5618 y 5335 a.C., perteneciendo a individuos neolíticos que murieron a lo largo de casi tres siglos. La mayoría de los cráneos parecen ser masculinos.
Masseria Candelaro era un pequeño pueblo rodeado por fosos concéntricos. Dentro del pueblo, los excavadores identificaron una característica hundida conocida como Estructura Q, que contenía capas de artefactos tanto domésticos como rituales. El montón de cráneos se encontró en las capas superiores, ligeramente cubierto de tierra, lo que sugiere que los huesos fueron abandonados en lugar de enterrados.
La ausencia de marcas de corte o daños violentos en los cráneos descarta la posibilidad de que fueran trofeos de enemigos. En cambio, la forma en que se rompieron sugiere que fueron recuperados de entierros y manipulados activamente a lo largo de generaciones como parte de un ritual.
El equipo de investigación postula que los huesos humanos tenían un significado específico, posiblemente considerados como sustancias eficaces o potentes, dada la regularidad con la que fueron interactuados. Aunque no está claro qué hacían los neolíticos con los huesos de sus antepasados, puede haber sido una especie de exhibición.