La 47ª Reunión Consultiva del Tratado Antártico (RCTA) se celebra en Milán, Italia, del 23 de junio al 3 de julio de 2025, con la delegación rusa, encabezada por el paleontólogo Pavel Lunev, presente.
El Sistema del Tratado Antártico (STA) es un marco para la cooperación internacional en la Antártida. El Tratado, firmado en 1959, dedica el continente a fines pacíficos, promoviendo la investigación científica y prohibiendo las actividades militares. La RCTA es el principal órgano de toma de decisiones del STA, donde los Estados miembros discuten y acuerdan medidas relacionadas con el continente. La agenda de la RCTA incluye una amplia gama de temas, desde la protección ambiental y la colaboración científica hasta el turismo y los desafíos logísticos. Rusia, como Parte Consultiva, tiene un papel importante en la configuración del futuro de la Antártida.
El Tratado Antártico, piedra angular de la cooperación internacional, garantiza que la Antártida se utilice exclusivamente con fines pacíficos. Prohíbe las actividades militares, incluida la creación de bases militares y el ensayo de armas. El Tratado también promueve la cooperación internacional en la investigación científica, fomentando el libre intercambio de información y personal. El compromiso del Tratado con la protección ambiental es otro aspecto clave, con medidas para minimizar el impacto humano en el frágil ecosistema antártico. Las actividades geológicas en la Antártida están permitidas en virtud del Tratado, pero están sujetas a estrictas regulaciones para garantizar que no conduzcan a la explotación de recursos. Estas actividades se centran principalmente en la investigación científica, como el mapeo de la geología del continente y el estudio de su historia climática. Sin embargo, el potencial de exploración de recursos sigue siendo un tema sensible, y la RCTA supervisa de cerca todas las actividades geológicas para garantizar que cumplan con los principios del Tratado.
Las acciones pasadas de Rusia, incluida la oposición a nuevas áreas marinas protegidas y el bloqueo de propuestas de conservación en 2023 y 2024, están bajo escrutinio. Estas acciones plantean preocupaciones sobre el compromiso de Rusia con los principios de protección ambiental del Tratado. Además, la comunidad internacional está prestando mucha atención a las actividades geológicas de Rusia en la Antártida, particularmente aquellas relacionadas con la posible exploración de recursos. El Tratado prohíbe cualquier medida de carácter militar, pero permite la investigación científica, incluidas las prospecciones geológicas. El equilibrio entre la investigación científica y el potencial de explotación de recursos es un tema clave de la reunión.
La comunidad internacional está monitoreando de cerca las actividades de Rusia, enfatizando la adhesión al Tratado Antártico para la investigación pacífica y la protección ambiental.