Una fuerte tormenta geomagnética G4, predicha por el Centro de Predicción del Clima Espacial de NOAA NWS, podría causar auroras visibles en la Antártida los días 1 y 2 de junio.
La tormenta, desencadenada por una intensa actividad solar, podría afectar las operaciones de las naves espaciales y los sistemas satelitales. Sin embargo, presenta una oportunidad única para observar la Aurora Australis.
Visibles en la Península Antártica, Tierra del Fuego y potencialmente Aysén, las auroras mostrarán luces en movimiento en tonos verdes, rojos, azules o púrpuras. Las autoridades aconsejan a aquellos que dependen de los servicios satelitales que se preparen para posibles interrupciones.