¿Perros y gatos pueden ser amigos?

Un estudio reciente sugiere que los perros y los gatos pueden coexistir pacíficamente si se socializan temprano. La creencia común es que los perros y los gatos son rivales. Sin embargo, un nuevo estudio indica que la socialización temprana puede fomentar una relación amistosa. Los perros y los gatos han sido domesticados durante miles de años, sufriendo cambios genéticos y de comportamiento debido a su estrecha proximidad a los humanos. Los perros, descendientes de los lobos, se asociaron con los humanos, recibiendo alimento a cambio. Su papel se expandió para incluir perros guardianes, perros guía y la detección de bombas y enfermedades. Los felinos, descendientes del gato salvaje africano, se utilizaban como controladores de plagas. La domesticación y el control de los gatos siempre han sido más complejos que los de los perros. La comunicación es clave. Aunque ambos son carnívoros, difieren en su comportamiento social. El artículo "Interrelación de perros y gatos que viven bajo el mismo techo" de Feuerstein y Terkel, destaca que la comunicación entre especies es complicada debido al desarrollo evolutivo separado, los diferentes procesos de domesticación y la falta de capacidad innata para entenderse mutuamente. Por ejemplo, una cola que se mueve significa felicidad para un perro, pero miedo para un gato. Esto puede causar fricción, pero la socialización temprana puede revertir esto. La socialización temprana con gatos de hasta 6 meses de edad y perros de hasta 1 año de edad, mostró una capacidad satisfactoria para establecer una relación amistosa. Con el tiempo, la mayoría de los perros y gatos entienden el lenguaje corporal del otro, incluso creando sus propios códigos, como saludos con un toque de hocicos. El estudio encontró una buena coexistencia en dos tercios de las casas. Solo el 10% tuvo conflictos. Esta conclusión se alcanzó a través de cuestionarios y grabaciones de video de los animales en sus hogares. Los perros pueden ver a los animales más pequeños como presas. Hay informes de perros que traen pájaros, ratas y lagartos como regalos. En conclusión, los perros y los gatos no son rivales predestinados. La socialización en la vida temprana promueve la armonía. Cuanto más temprana sea la interacción, mejor será la comprensión.