Los gatos se comunican de maneras que a menudo malinterpretamos. No son tan distantes como pensamos. Comprender sus señales no verbales es clave para interpretar sus necesidades y emociones en 2025.
Lenguaje corporal
Las orejas de un gato son indicadores precisos de su estado emocional. Las orejas erectas y orientadas hacia adelante significan que el gato está relajado, mientras que las orejas tensas y orientadas hacia atrás indican actitud defensiva. Las orejas planas y apuntando hacia abajo señalan miedo, y las orejas que apuntan en diferentes direcciones sugieren ansiedad. La cola también es un barómetro: una cola en forma de signo de interrogación significa que el gato quiere jugar, mientras que una cola recta y erguida indica confianza. Una cola metida señala miedo o incertidumbre, y una cola erecta y erizada indica miedo o agitación.
Expresiones faciales y vocalizaciones
El contacto visual directo y prolongado puede verse como agresivo, pero un parpadeo lento señala relajación y felicidad. Los bigotes relajados y neutrales indican tranquilidad, mientras que los bigotes que apuntan hacia adelante pueden significar alerta o tensión. Los bigotes tensos y que apuntan hacia atrás reflejan miedo o actitud defensiva. Los gatos usan diferentes tonos de maullido para comunicarse: un maullido corto y agudo señala un saludo, y un maullido largo y profundo puede indicar dolor. El ronroneo señala bienestar y comodidad y también sirve como mecanismo de autorregulación emocional.
Marcado de territorio
Los gatos marcan su territorio utilizando glándulas odoríferas, orina y heces. Este comportamiento proviene de sus ancestros salvajes y es una forma natural para ellos de comunicar su presencia y establecer límites.