Los orígenes de los perros en América han sido iluminados por recientes estudios genéticos. Estos estudios se centran en las firmas genéticas únicas de los perros pre-contacto. También destacan el impacto duradero de estos antiguos caninos en razas modernas, como el chihuahua.
Los primeros migrantes humanos de Siberia trajeron perros a América hace unos 10.000 años. Estos perros, separados de los lobos norteamericanos, formaron un linaje genético distinto. Estuvieron aislados durante aproximadamente 9.000 años antes de la llegada de los europeos. Este aislamiento resultó en firmas únicas de ADN mitocondrial (ADNmt).
Un estudio secuenció 71 genomas mitocondriales y siete nucleares de perros antiguos de América del Norte y Siberia. El análisis mostró que los perros americanos formaron un linaje estrechamente relacionado con los antiguos perros siberianos. Los antepasados de estos perros pre-contacto se separaron de sus homólogos siberianos hace unos 14.600 años.
El chihuahua, una raza nativa de México, lleva una parte significativa de esta herencia genética pre-contacto. Los estudios muestran que los chihuahuas comparten un ancestro común con los antiguos perros mexicanos. Tienen marcadores genéticos exclusivos de las Américas y compartidos solo con Asia Oriental. Esto confirma las profundas raíces de la raza en las Américas, que se remontan a miles de años.
Los hallazgos arqueológicos respaldan la presencia de perros similares al chihuahua en la América precolombina. Vasijas efigie de alrededor del año 1325 d.C. representan perros pequeños, casi sin pelo, que se asemejan a los chihuahuas. Los artefactos del sitio de Casas Grandes en México también presentan representaciones caninas similares. Esto indica la larga asociación de la raza con la región.
El legado genético de los perros pre-contacto es evidente en razas como el chihuahua. Estos perros continúan llevando los marcadores ancestrales de estos antiguos caninos. Esto destaca las profundas conexiones históricas y culturales entre los pueblos indígenas y sus compañeros caninos. Refleja una historia compartida que abarca miles de años.