Un reciente incidente en un resort mexicano ha provocado indignación y ha renovado los llamamientos para poner fin a la cautividad de los delfines. Un video que circula en las redes sociales muestra a un delfín realizando un salto durante un espectáculo, pero no logrando aterrizar de forma segura en la piscina. El delfín, que supuestamente se llamaba "Nala", golpeó la superficie de concreto de la piscina y se cree que murió a causa de las lesiones sufridas.
El incidente ocurrió en el resort Barceló Riviera Maya en México. Organizaciones de bienestar animal, incluida Urgent Seas, han condenado el incidente, afirmando que la muerte de Nala es un ejemplo trágico de los peligros de mantener delfines en cautiverio. Citan el pequeño tamaño de la piscina y el estrés de realizar trucos como factores que contribuyen a la muerte del delfín.
Phil Demers, un activista por los derechos de los animales, dijo a Yahoo News: "Este incidente en particular es uno de los peores. Incluso si hubiera sobrevivido, su salud se habría visto gravemente comprometida. Es completamente inexcusable, algo así nunca sucedería en la naturaleza."
Este incidente no es un caso aislado. En 2004, un ave hawaiana rara, el po'o-uli, murió en cautiverio después de ser descubierto en 1998. De los tres individuos conocidos, uno murió en cautiverio, y los dos restantes no se han visto desde entonces, lo que sugiere su probable extinción. La especie era endémica de la isla de Maui en Hawái, y su desaparición se atribuye tanto a la pérdida de hábitat como a los intentos infructuosos de reproducción en cautiverio.
Otro ejemplo trágico es Lolita, una orca que pasó más de 50 años en cautiverio en el Miami Seaquarium. Durante sus primeras diez años, fue mantenida con un macho llamado Hugo, que murió en 1980 de un aneurisma cerebral. Los defensores de los animales afirman que Hugo se golpeó la cabeza contra las paredes del tanque en repetidas ocasiones, lo que pudo haber contribuido a su muerte. Lolita permaneció en el pequeño tanque hasta su muerte en 2023, habiendo dado a luz a varias crías, ninguna de las cuales sobrevivió.
Estas tragedias ponen de manifiesto los problemas asociados a la cautividad de los animales salvajes. Las organizaciones de conservación han advertido durante mucho tiempo sobre las condiciones inadecuadas en las que se mantienen estos animales y el estrés que sufren. Organizaciones como Animal Heroes, Dolphin Freedom, Marea y Oceanos De Vida Libre han pedido el cierre del delfinario del resort Barceló Riviera Maya, citando el pequeño tamaño de las piscinas y la atención inadecuada que se les brinda a los animales.
Mantener animales salvajes en cautiverio para el entretenimiento humano está siendo cada vez más criticado. Muchas organizaciones están luchando para poner fin a estas prácticas y para trasladar a los animales a santuarios naturales o centros de rehabilitación donde puedan vivir en condiciones más cercanas a su hábitat natural. Estos incidentes nos recuerdan que el entretenimiento nunca debe hacerse a expensas del sufrimiento de otros seres vivos.