El Dogo Argentino es una raza inteligente y cariñosa, desarrollada en la década de 1920 en Córdoba, Argentina. Creado por el Dr. Antonio Nores Martinez, esta raza fue diseñada para la caza de grandes presas y también como un compañero familiar.
Martinez cruzó el antiguo perro de pelea de Córdoba con razas como el Bulldog Inglés, Bull Terrier y Gran Danés para establecer las características físicas y de comportamiento deseadas. El Dogo Argentino fue reconocido internacionalmente por la Fédération Cynologique Internationale (FCI) en 1973, marcándolo como una de las razas más impresionantes del mundo.
Algunas características clave del Dogo Argentino incluyen:
Tamaño: Los machos miden entre 60-68 cm, mientras que las hembras varían de 60-65 cm, con un peso entre 40-45 kg.
Pelo: Corto, liso y predominantemente blanco con una mancha oscura permitida en la cabeza.
Ojos: Oscuros o avellana, que transmiten inteligencia y confianza.
Esta raza es conocida por su fuerte y ágil físico, con un cuello musculoso y un pecho profundo, lo que le permite soportar largos períodos de actividad, esencial para su función original como cazador.
El temperamento del Dogo Argentino es equilibrado y adaptable. Es valiente pero nunca agresivo con los humanos, mostrando obediencia a su dueño. Su naturaleza protectora lo convierte en un excelente perro guardián, mientras que su disposición cariñosa le permite prosperar en entornos familiares.
Como rastreador silencioso y enfocado, el Dogo Argentino sobresale en tareas de búsqueda y rescate. Su inteligencia y deseo de aprender hacen que el entrenamiento sea sencillo, aunque requiere un dueño conocedor que establezca límites firmes pero respetuosos.
Las consideraciones de salud para el Dogo Argentino incluyen exámenes auditivos regulares debido al riesgo de sordera en algunos individuos. Su piel, predominantemente blanca, también requiere protección contra la exposición al sol.
La alimentación debe ser rica en proteínas de alta calidad para apoyar su musculatura. El ejercicio diario es crucial para mantener la salud física y mental, previniendo la obesidad y el estrés.
La socialización y el entrenamiento son vitales para el desarrollo del Dogo Argentino. La exposición temprana a diversos entornos, personas y animales ayuda a cultivar un perro bien adaptado y seguro. El entrenamiento basado en refuerzo positivo es especialmente efectivo, ya que esta raza responde bien a recompensas y elogios.