Investigaciones recientes de la bióloga Dr. Heike Vester destacan el grave impacto de la contaminación acústica en las poblaciones de ballenas en Vestfjorden, Noruega. Las grabaciones submarinas de Vester revelan que los sonidos de barcos y cañones de aire sísmicos interrumpen la alimentación y comunicación de diversas especies de ballenas, incluidos orcas y ballenas esperma.
Los hallazgos clave incluyen:
El ruido de los barcos turísticos y el tráfico marítimo interfiere significativamente con la capacidad de las ballenas para cazar y comunicarse.
Los cañones de aire sísmicos, utilizados en la exploración de petróleo y gas, crean paisajes sonoros que pueden ser perjudiciales para la vida marina, afectando su comportamiento de búsqueda de alimento.
A pesar del aumento de la contaminación acústica, se han incrementado las observaciones de ballenas azules en la región, lo que indica una posible recuperación de esta especie en peligro.
Vester enfatiza la necesidad de acciones inmediatas para mitigar la contaminación acústica, sugiriendo medidas como reducir el tráfico de embarcaciones y desarrollar barcos más silenciosos. Ella señala que, a diferencia de los desechos plásticos, abordar la contaminación acústica puede dar resultados rápidos.