Los orcas son conocidos por su inteligencia y habilidades de caza, evidentes en su reciente comportamiento frente a la costa del Golfo de California en México. Investigadores han documentado cómo estos poderosos mamíferos marinos han desarrollado estrategias especializadas para cazar tiburones ballena, la especie de pez más grande del planeta.
A pesar de ser gigantes gentiles que se alimentan principalmente de plancton, los tiburones ballena tienen pocos depredadores naturales. Sin embargo, los orcas han demostrado ser cazadores formidables. Erick Higuera, un biólogo marino involucrado en la investigación, describe sus técnicas de caza como similares a las de francotiradores, mostrando una notable organización y tácticas de emboscada.
Los hallazgos refuerzan la noción de que los orcas son los depredadores apex del océano, capaces de derribar algunas de las criaturas más grandes del mar. Higuera ha observado a estos orcas durante años, notando su capacidad para coordinar ataques dentro de grupos familiares.
En una serie de videos, los investigadores vieron a un macho de orca nadando alrededor de un tiburón ballena juvenil herido, demostrando la habilidad de los orcas para aturdir a su presa embistiéndola y volteándola sobre su espalda, induciendo un estado conocido como 'inmovilidad tónica'. Esto permite a los orcas atacar el vientre del tiburón, donde pueden acceder a partes nutritivas como el hígado.
Estas complejas estrategias de caza no son instintivas, sino comportamientos aprendidos que se transmiten de generación en generación, destacando un aspecto cultural único de las familias de orcas. Diferentes grupos alrededor del mundo se han especializado en diversas presas, mostrando la adaptabilidad e inteligencia de estos mamíferos marinos.
Como depredadores superiores, las familias de orcas tienen un impacto significativo en los ecosistemas marinos, a menudo obligando a otras especies, como los grandes tiburones blancos, a alterar su comportamiento y patrones de alimentación en respuesta a su presencia.