En septiembre, el refugio de animales del condado de Unicoi en Erwin, Tennessee, enfrentó una crisis cuando las inundaciones del huracán Milton obligaron a evacuar a casi 100 perros y gatos. El silencio de los animales, que normalmente son ruidosos, destacó su miedo mientras el personal se apresuraba a encontrarles nuevos hogares.
Tras los huracanes consecutivos, muchos refugios en el sureste están abrumados, luchando por acomodar un aflujo de mascotas desplazadas. La situación ha intensificado la crisis de sobrepoblación existente en los refugios de animales a nivel nacional, con muchas instalaciones ahora más ocupadas que nunca.
Mirah Horowitz, fundadora de Lucky Dog Animal Rescue, enfatizó que el refugio de animales está actualmente en crisis.
La sobrepoblación ya era un problema antes de la temporada de huracanes, exacerbado por el aumento de los costos veterinarios y una tendencia hacia políticas de no matar.
Después de las tormentas, los refugios hicieron un llamado al público para donaciones de suministros para cuidar a los nuevos llegados.
Furry Friends, un refugio sin matar en Florida, buscaba prevenir la eutanasia reubicando mascotas afectadas por el huracán Helene. Sin embargo, cuando el huracán Milton golpeó, también enfrentaron destrucción, lo que los llevó a buscar alojamiento temporal para sus animales.
Otros refugios, como Hope for Brevard en Florida, han asumido la responsabilidad de ayudar, incluso cuando eso significa aceptar más animales de los que normalmente pueden manejar. Amanda Peck, la gerente del refugio, recientemente aceptó 147 gatos, mucho más de lo que esperaba.
A pesar de los desafíos, los refugios están comprometidos a encontrar hogares para los animales. Harris del condado de Unicoi continúa recaudando fondos para reparaciones, que se estiman en alrededor de $350,000. La resiliencia de estas organizaciones destaca la necesidad continua de apoyo en el bienestar animal durante tales crisis.