Alemania y Rumanía están considerando cambios fiscales, pero por diferentes razones. En Alemania, la coalición gobernante está explorando medidas para estimular la economía, que se espera que se contraiga por tercer año consecutivo. Estas medidas pueden incluir ajustes fiscales, junto con inversiones en infraestructura y aprobaciones aceleradas de proyectos energéticos.
El vicecanciller Lars Klingbeil enfatizó el objetivo de crear seguridad de planificación para ciudadanos y empresas. Se espera que las propuestas de la coalición sean adoptadas por el gabinete a mediados de septiembre, y algunas podrían convertirse en ley a partir de este verano.
En Rumanía, se están llevando a cabo debates sobre posibles aumentos de impuestos para abordar el déficit presupuestario. Sin embargo, algunos analistas financieros advierten que las nuevas cargas fiscales podrían ser perjudiciales para el sector privado. Sugieren que recortar el gasto sería una solución más eficaz que aumentar los impuestos, lo que podría provocar quiebras de empresas y una economía sumergida mayor.