Los principales índices bursátiles asiáticos experimentaron un leve repunte este lunes 11 de agosto de 2025, impulsados por sólidos resultados en el sector tecnológico. Los inversores mantienen una postura expectante ante la publicación del informe del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de EE. UU. para julio, cuya divulgación está programada para el 12 de septiembre de 2025, y que se anticipa tendrá un impacto significativo en la trayectoria del dólar y los mercados de bonos.
La tregua arancelaria entre Estados Unidos y China, con fecha de vencimiento el 12 de agosto de 2025, también acapara la atención, ante la expectativa de una extensión de 90 días que podría influir en compañías de semiconductores como Nvidia y AMD. El índice del dólar se mantuvo sin cambios en 98.25, mientras que el euro cotizaba plano frente al dólar, situándose en $1.1644. En el ámbito de las materias primas, los precios del oro registraron un descenso del 0.7%, alcanzando los $3,376.67 por onza, una tendencia influenciada por la disminución de las tensiones geopolíticas. Los precios del petróleo también experimentaron una leve caída, con el barril de Brent retrocediendo un 0.6% hasta los $66.22, ante la posibilidad de avances en las conversaciones entre EE. UU. y Rusia sobre sanciones, lo cual podría afectar las exportaciones de crudo ruso.
En Asia, los futuros del Nikkei japonés ascendieron a 42,465, sugiriendo la posibilidad de alcanzar un máximo histórico, a pesar de que el mercado permaneció cerrado por festivo. El índice más amplio de MSCI de acciones de Asia-Pacífico, excluyendo Japón, mostró un ligero incremento. En general, los mercados globales navegan un panorama complejo marcado por datos económicos, negociaciones comerciales y desarrollos geopolíticos. La resiliencia de los mercados asiáticos, particularmente en el sector tecnológico, subraya una tendencia global hacia la digitalización y la innovación. La anticipación del informe de IPC en EE. UU. refleja la sensibilidad de los mercados a las señales inflacionarias, las cuales pueden dictar la política monetaria de la Reserva Federal y, por ende, influir en los flujos de capital globales.
La extensión de la tregua arancelaria entre EE. UU. y China, si se materializa, ofrecería un respiro a las cadenas de suministro globales y a las empresas tecnológicas que dependen de la cooperación internacional, como se observa en el caso de Nvidia y AMD, cuyas operaciones se ven directamente afectadas por estas dinámicas comerciales. La estabilidad del dólar, a pesar de las expectativas de datos económicos, sugiere una cautela generalizada entre los inversores, quienes buscan mayor claridad antes de tomar posiciones significativas. La fluctuación en los precios del oro y el petróleo, por su parte, indica una correlación directa con la percepción del riesgo global y las expectativas sobre la oferta y la demanda energética, respectivamente.