El martes, el Secretario del Tesoro de EE. UU. insinuó una posible desescalada en la guerra comercial con China, señalando que la situación arancelaria actual es insostenible. Esta declaración se produce después de un período de mayores tensiones comerciales entre las dos superpotencias económicas.
Durante un discurso, el Secretario mencionó que aún no han comenzado las conversaciones formales entre EE. UU. y China. Anteriormente, EE. UU. había impuesto importantes impuestos a las importaciones de China, lo que llevó a aranceles de represalia de China sobre los productos estadounidenses. Estos aranceles han contribuido a la volatilidad del mercado de valores y a las preocupaciones sobre el crecimiento económico y la inflación.
Tras los informes de estas declaraciones, el índice S&P 500 experimentó un notable aumento. El Presidente reconoció el movimiento positivo del mercado de valores, pero no confirmó explícitamente la evaluación del Secretario del Tesoro sobre la situación comercial con China. Sugirió una voluntad de ser complaciente con China e insinuó una posible disminución en la tasa arancelaria final.
La situación sigue siendo dinámica, con posibles consecuencias para el comercio mundial y la estabilidad económica. Los participantes del mercado están siguiendo de cerca los acontecimientos en las relaciones entre EE. UU. y China, ya que las expectativas de aranceles reducidos podrían impulsar la confianza del mercado y fomentar la expansión económica.