El mercado de valores indio experimentó una importante presión de venta el martes 11 de febrero, con el NSE Nifty 50 cerrando en 23.071,80, una caída del 1,32%, probando el nivel de soporte crítico de 23.000, según los analistas. Esta caída se desencadenó en gran medida por las preocupaciones sobre la escalada de las guerras arancelarias tras el anuncio de Donald Trump de un arancel del 25% sobre el acero y el aluminio, lo que, según temen los inversores, podría perjudicar las perspectivas comerciales de la India (Fuente: Texto 2). El Sensex también se desplomó un 1,44%, terminando en 76.199,76.
Los analistas del mercado sugieren que una ruptura por debajo de la marca de 23.000 podría provocar nuevas ventas hacia 22.800. Se observa una resistencia inmediata en 23.200, con un obstáculo crítico cerca de 23.300. Para Bank Nifty, el soporte clave se sitúa en 48.000, mientras que 49.700 actuará como un obstáculo inmediato (Fuente: Texto 1).
La elevada volatilidad del mercado ha llevado a recomendar a los operadores que mantengan medidas estrictas de stop-loss y eviten las posiciones durante la noche. La incertidumbre en torno al gasto público y los pésimos informes de resultados han contribuido aún más al malestar de los inversores. Los inversores institucionales extranjeros (FII) han retirado 1.00.000 millones de rupias desde enero de 2025, atraídos por la mayor rentabilidad de los bonos estadounidenses y la fortaleza del dólar (Fuente: Texto 2).
Los expertos recomiendan una postura cautelosa, dando prioridad a la gestión del riesgo, especialmente en las acciones de mediana y pequeña capitalización, que están experimentando fuertes ventas. Los valores de gran capitalización y el oro se consideran apuestas más seguras en medio de la volatilidad actual. La dirección del mercado depende de la claridad con respecto a la política de la Fed, las conversaciones comerciales entre India y Estados Unidos y un restablecimiento de la valoración interna.