Serguéi Nazarov de Chainlink: La Adopción Total de DeFi es Posible para 2030 si se Resuelve la Regulación

Serguéi Nazarov, cofundador de Chainlink, ha compartido una visión optimista sobre el futuro de las finanzas descentralizadas (DeFi). Según sus proyecciones, este sector ya ha recorrido aproximadamente el 30% del camino hacia una adopción global masiva y podría alcanzar el 100% para el año 2030. En una entrevista reciente, publicada el pasado martes, Nazarov identificó dos pilares fundamentales para que DeFi logre escalar y equipararse al volumen de las finanzas tradicionales (TradFi): la obtención de claridad regulatoria y un reconocimiento institucional generalizado.

Nazarov detalló que el punto de inflexión del 50% en la adopción mundial se materializará una vez que los organismos reguladores, previsiblemente comenzando en Estados Unidos, establezcan marcos legislativos más definidos que validen la solidez de los servicios descentralizados. El siguiente gran salto, que situaría la adopción en un 70%, ocurrirá cuando se implementen vías eficientes para canalizar el capital institucional hacia el ecosistema DeFi. La plena realización del potencial del sector, según su análisis, implicará que su base de capital sea comparable a los fondos asignados en TradFi, un hito que estima se alcanzará cerca del año 2030.

El dinamismo actual del sector respalda este optimismo. Datos recopilados por Binance Research indican que el valor total bloqueado (TVL) en el lending de DeFi experimentó un crecimiento superior al 72% desde el inicio de 2025. Específicamente, el TVL escaló desde los 53 mil millones de dólares a principios de año hasta superar los 127 mil millones de dólares para finales de noviembre de 2025. Estas cifras contrastan notablemente con los niveles de julio de 2025, cuando el TVL de préstamos rondaba los 89 mil millones de dólares, de los cuales solo un 11,5% provenía de capital institucional. Este auge en 2025, impulsado por la tokenización de activos y el creciente interés institucional, sienta las bases para el desarrollo futuro que Nazarov vincula a la creación del “Internet de Contratos” global a través de Chainlink.

Otros líderes destacados en la industria han señalado obstáculos similares para la plena integración de DeFi. Michael Egorov, fundador de Curve Finance, ha puesto el foco en la incertidumbre legal y regulatoria, además de la necesidad imperante de implementar mecanismos de cumplimiento KYC/AML como barreras principales. Egorov también subrayó que la mitigación de la pérdida impermanente (impermanent loss) constituye “el último gran escollo para una verdadera provisión de liquidez on-chain”. Su nuevo proyecto, Yield Basis, lanzado en junio de 2025, busca abordar precisamente este desafío técnico mediante un mecanismo que combina apalancamiento y reequilibrio de tasas de interés.

En paralelo, el entorno regulatorio está experimentando una metamorfosis. Michael Selig, actual asesor legal principal del grupo de trabajo de criptomonedas de la SEC y aspirante a la presidencia de la CFTC, declaró durante una audiencia en el Senado el 19 de noviembre de 2025 que el término “DeFi” es “algo así como una palabra de moda”. Selig enfatizó que los reguladores deberían concentrarse en las aplicaciones on-chain específicas, sus funcionalidades y la presencia o ausencia de intermediarios reales. Su enfoque, que busca fomentar la innovación, podría ser precisamente el catalizador que brinde esa claridad regulatoria que Nazarov considera esencial para alcanzar el 50% de adopción.

En resumen, la hoja de ruta propuesta por Nazarov conecta el crecimiento exponencial observado en las métricas de DeFi durante 2025 con la urgencia de integrar el capital institucional y establecer certeza legal. Mientras que los desafíos técnicos, como la pérdida impermanente, están siendo abordados activamente, serán los marcos regulatorios que se están gestando en Washington, especialmente a través de la posible designación de Selig en la CFTC, los que dictarán la velocidad de la transición hacia el 100% proyectado para el final de la década. El periodo que nos separa de 2030 será, sin duda, crucial para la convergencia definitiva entre las tecnologías descentralizadas y el sistema financiero global.