Tras el halving de Bitcoin de 2024, que redujo las recompensas por bloque a 3.125 BTC, varias de las principales empresas de minería de Bitcoin han diversificado sus operaciones hacia la inteligencia artificial (IA) y la computación de alto rendimiento (HPC). Este cambio estratégico busca generar nuevas fuentes de ingresos y adaptarse a las cambiantes condiciones del mercado. Esta tendencia refleja la evolución de la industria, aprovechando la infraestructura existente para los crecientes sectores de IA y HPC.
Core Scientific, tras salir de la bancarrota a principios de 2024, firmó un acuerdo de 12 años y 3.500 millones de dólares con CoreWeave en junio de 2024 para alojar operaciones de HPC. Hut 8 lanzó su oferta GPU-as-a-Service, Highrise AI, en septiembre de 2024, desplegando más de 1.000 GPU Nvidia H100. A pesar de un aumento del 79% en el hashrate, Hut 8 reportó una pérdida neta de 134,3 millones de dólares en el primer trimestre de 2025 y posee 10.273 BTC.
Iren integró GPU Nvidia a principios de 2024, con ingresos de la nube de IA que aumentaron un 33% a 3,6 millones de dólares en el tercer trimestre del año fiscal 2025. Hive invirtió 30 millones de dólares en diciembre de 2024 para desplegar GPU, generando 10,1 millones de dólares de hosting de IA y HPC en el año fiscal 2025. Riot Platforms exploró cargas de trabajo de IA y HPC a principios de 2025, duplicando sus ingresos de minería del primer trimestre de 2024, y posee 19.225 BTC. MARA Holdings se renombró como una empresa de "edge computing" a mediados de 2024, pilotando sitios de prueba de HPC a principios de 2025. Canaan cerró su división de chips de IA en julio de 2025.
Este movimiento estratégico refleja la búsqueda de nuevas oportunidades en un mercado en constante cambio. En Latinoamérica, donde la adopción de tecnologías como la IA y el HPC está en auge, esta tendencia podría ser vista con interés. Empresas de la región podrían considerar modelos similares para diversificar sus operaciones y aprovechar el potencial de estas tecnologías. Es importante, sin embargo, analizar cuidadosamente los riesgos y desafíos asociados, como la volatilidad del mercado y la necesidad de inversión en infraestructura.