El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha afirmado ejercer una supervisión directa sobre los esfuerzos de Elon Musk para racionalizar las operaciones gubernamentales, declarando que Musk no puede tomar ninguna medida sin su aprobación.
Trump ha destacado que el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) de Musk está sujeto a su control directo, particularmente en lo que respecta a las decisiones de personal. "Elon solo tiene acceso a despedir a personas que él considera inútiles si estamos de acuerdo con él, y solo si estamos de acuerdo con él. Elon no puede y no hará nada sin nuestra aprobación", dijo Trump.
Los comentarios de Trump se producen en medio de preocupaciones sobre el nivel de autoridad otorgado al DOGE, tras la desmantelación de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) por parte de Musk. Trump aclaró que a Musk no se le permitiría acceder a áreas donde existen conflictos, y agregó: "Y le daremos la aprobación donde sea apropiado, y donde no sea apropiado, no lo haremos; donde creamos que hay un conflicto, no lo dejaremos acercarse."
Musk, que inicialmente buscó voluntarios para el DOGE sin remuneración, ahora se encuentra con su departamento integrado en el gobierno, lo que plantea preguntas sobre la remuneración del personal y los posibles conflictos de intereses.
Los legisladores demócratas han expresado su oposición a la participación de Musk en los asuntos gubernamentales, expresando preocupación por su poder y el potencial de disrupción. El representante Jamie Raskin declaró: "No tenemos una cuarta rama del gobierno llamada Elon Musk, y eso va a quedar muy claro."
Mientras tanto, una coalición de sindicatos ha presentado una demanda contra el Departamento del Tesoro, alegando que la transferencia de información al DOGE fue ilegal y violó las protecciones federales de privacidad que afectan a millones de ciudadanos.