Elon Musk, el empresario multimillonario, declaró el 3 de febrero de 2025 que la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) será cerrada, tras conversaciones con el presidente Donald Trump. Este anuncio provocó importantes interrupciones en la sede de la agencia en Washington.
Según informes, se instruyó al personal de USAID a permanecer fuera de las oficinas de la agencia, con más de 600 empleados bloqueados de sus sistemas informáticos. Las medidas de seguridad incluyeron el bloqueo del vestíbulo por parte de oficiales del Departamento de Seguridad Nacional.
Musk caracterizó a USAID como una 'organización criminal' y afirmó que la agencia, que supervisa programas humanitarios y de desarrollo a nivel global, está más allá de la reparación. Justificó el cierre como parte de una iniciativa más amplia para simplificar las operaciones gubernamentales.
En los días previos a este anuncio, dos altos funcionarios de seguridad de USAID fueron colocados en licencia administrativa tras resistirse a los equipos de inspección de Musk. Los críticos, incluidos legisladores demócratas, han expresado preocupaciones sobre la legalidad de cerrar USAID sin la aprobación del Congreso.
El sitio web de la agencia se volvió inaccesible antes del anuncio de Musk, y miles de despidos ya han ocurrido como resultado de un congelamiento de la asistencia exterior impuesto por la administración Trump.
A medida que la situación avanza, muchos cuestionan las implicaciones de las acciones de Musk y el futuro de la ayuda exterior de EE. UU.