ExxonMobil anunció planes para invertir entre 28 y 33 mil millones de dólares de 2026 a 2030 para aumentar su producción de petróleo crudo y gas natural en un 18 por ciento. Esto ocurre mientras la Agencia Internacional de Energía (AIE) pronostica un pico en la demanda de estos recursos antes de 2030.
La empresa busca establecer asociaciones con operadores de centros de datos para proporcionar soluciones de energía con menor carbono. Tanto ExxonMobil como Chevron están explorando oportunidades en la generación de energía, anticipando un aumento en la demanda.
La división de Nuevas Energías de Chevron ha estado negociando el suministro de gas natural para generadores eléctricos, especialmente aquellos que sirven a los centros de datos. Jeff Gustavson, jefe de la división, destacó las capacidades de la empresa en gas natural, construcción y tecnologías de captura de carbono.
En contraste, BP y Shell están retrocediendo de sus ambiciones previas en electricidad de bajo carbono. Se informa que ambas compañías han gastado 18 mil millones de dólares en los últimos cinco años en estas iniciativas, que no han dado resultados significativos.
Shell vendió su negocio de distribución de electricidad en Europa el año pasado, mientras que BP vendió sus operaciones de energía eólica en tierra en EE. UU. Ambas empresas siguen activas en energía solar y carga de vehículos eléctricos, pero están reduciendo sus inversiones en energía eólica debido a preocupaciones sobre la rentabilidad.
Este cambio refleja desafíos más amplios en la industria, con grandes actores reevaluando sus estrategias a la luz de las dinámicas del mercado recientes y la presión de los activistas en torno a las inversiones climáticas.