Google, a través de su filial Waymo, ha solicitado una patente para un sistema avanzado de monitoreo del conductor. Este software analizaría datos de sistemas de asistencia a la conducción para evaluar las capacidades del conductor y potencialmente tomar el control del vehículo si es necesario.
El sistema propuesto tiene como objetivo mejorar la seguridad vial al monitorear continuamente el rendimiento del conductor. Al analizar los datos de los sensores, el software podría determinar si el conductor representa un riesgo para sí mismo o para otros usuarios de la carretera.
Si se detectan comportamientos peligrosos, el sistema podría tomar diversas acciones correctivas, como emitir advertencias visuales y sonoras al conductor, alertar a los vehículos cercanos sobre la presencia de un peligro, notificar a las fuerzas del orden y, en casos extremos, asumir el control del vehículo por un período indefinido.
Además de las medidas de seguridad, la patente describe funcionalidades más sutiles. El sistema podría realizar pruebas de calibración de los asistentes de conducción en caso de decisiones erróneas repetidas. Además, sería capaz de aprender el estilo de conducción individual con el tiempo, utilizando esta información como referencia para identificar anomalías.
Aunque no está claro cuándo o si esta tecnología se implementará, la patente plantea importantes cuestiones sobre la privacidad y la autonomía de los conductores. La posibilidad de que un sistema automatizado tome el control del vehículo o informe sobre el comportamiento del conductor a las autoridades podría generar preocupaciones entre los automovilistas.
Por otro lado, un sistema tan avanzado podría contribuir significativamente a la reducción de accidentes de tráfico causados por errores humanos, mejorando la seguridad general.
Un aspecto interesante del sistema patentado por Google es su capacidad para aprender el estilo de conducción individual con el tiempo. La posibilidad de que un sistema automatizado tome el control del vehículo en situaciones de peligro representa un salto cualitativo importante en la historia de la inteligencia artificial. Sin embargo, también plantea cuestiones éticas y legales complejas.
En resumen, la patente de Google se inserta en un largo camino de innovación tecnológica en el campo automotriz, llevando las posibilidades de la automatización y la inteligencia artificial a un nivel nunca antes alcanzado. El futuro de la conducción se prevé cada vez más asistido e interconectado, con implicaciones profundas no solo para la seguridad vial, sino también para nuestro concepto mismo de movilidad y autonomía personal.