En junio de 2025, Estados Unidos lanzó ataques militares contra las instalaciones nucleares de Irán, intensificando las tensiones y generando preocupación por posibles represalias e interrupciones en los mercados petroleros globales. Esta acción sigue a la escalada de tensiones y a los ataques israelíes contra la infraestructura iraní.
El estrecho de Ormuz, una ruta marítima crucial, ahora está en riesgo. Cualquier interrupción podría provocar importantes aumentos en los precios del petróleo y la inflación global.
Rusia ha expresado su profunda preocupación, advirtiendo sobre una posible desestabilización. La comunidad internacional está monitoreando de cerca la situación, enfatizando la necesidad de soluciones diplomáticas.