La tasa de inflación de Suiza se volvió negativa en mayo, alcanzando el -0,1%, lo que marca el primer período deflacionario en cuatro años. Este acontecimiento ha alimentado la especulación de que el Banco Nacional Suizo (BNS) podría aplicar tipos de interés negativos para combatir la deflación y moderar el valor del franco.
El descenso del índice de precios al consumo se vio influido por factores como la reducción de los costes del transporte aéreo y el alojamiento. Mes a mes, los precios experimentaron un ligero aumento del 0,1%.
La preocupación por la baja inflación y la fortaleza del franco está impulsando la posibilidad de un recorte de los tipos de interés suizos. Los inversores han buscado refugio en el franco suizo en medio de las incertidumbres económicas mundiales, lo que ha provocado su apreciación. El franco fuerte afecta a la tasa de inflación de Suiza al reducir los costes de importación.
El franco suizo se ha apreciado casi un 11% frente al dólar este año. El dólar se acercó recientemente a los 0,80 francos suizos, un nivel no visto desde 2015.
Mike Riddell, de Fidelity, sugiere que los signos de deflación harán que el BNS sea reacio a la apreciación del franco, lo que podría desencadenar una intervención para debilitar la moneda. Tales acciones podrían suscitar críticas de Estados Unidos, que ya ha calificado a Suiza de manipulador de divisas.
El mercado anticipa dos recortes de tipos de un cuarto de punto por parte del BNS para diciembre, lo que podría reducir el tipo de política al -0,25%. La rentabilidad de los bonos del Estado a corto plazo ya se ha vuelto negativa, y la rentabilidad de los bonos a dos años ha alcanzado un mínimo de tres años del -0,23%.
Las próximas decisiones del BNS serán objeto de un estrecho seguimiento, ya que aborda la inflación negativa y una moneda fuerte. Debe equilibrar la estimulación de la economía con las posibles repercusiones internacionales.