En septiembre, Rusia experimentó una disminución significativa en la emisión de tarjetas de crédito y los límites aprobados, con una caída del 17% en las nuevas aprobaciones de tarjetas de crédito en comparación con el mismo mes del año pasado, según el Buró de Crédito Unificado. El volumen total de límites aprobados cayó un 16%, marcando una disminución constante en las nuevas emisiones de tarjetas de crédito durante el cuarto mes consecutivo.
Según Pavel Samiev, director ejecutivo de la agencia analítica 'BusinessDrom', dos factores principales contribuyen a esta tendencia. En primer lugar, los cambios regulatorios implementados en el tercer trimestre han endurecido los estándares de préstamo, especialmente dirigidos a prestatarios con altos índices de deuda-ingreso. Se introdujeron restricciones para prestatarios cuyo índice de deuda-ingreso supera el 80%, con el objetivo de limitar la emisión de tarjetas de crédito a aquellos en situaciones financieras precarias.
En segundo lugar, los bancos han observado un deterioro en la salud financiera de los prestatarios desde el verano, lo que ha llevado a políticas de evaluación de riesgos más estrictas. Samiev indicó que las tendencias estadísticas actuales probablemente persistirán en los próximos meses debido a estas medidas regulatorias, que seguirán influyendo en los límites y aprobaciones de tarjetas de crédito.
A pesar de la disminución, sigue existiendo una demanda de crédito entre los prestatarios elegibles, aunque el proceso de aprobación se está volviendo más conservador. A principios de octubre, el Banco Central notó un aumento del 20% en el número de rusos con tres o más préstamos, alcanzando más de 13 millones de personas en junio de 2024, con una deuda total de 19 billones de rublos frente a un portafolio de préstamos minoristas de 37 billones de rublos.