Sarawak, en la parte malasia de Borneo, está experimentando un auge en el ecoturismo, especialmente en el turismo de ranas. El Parque Nacional Kubah, cerca de Kuching, es un destino principal para aquellos que buscan observar especies de anfibios únicas.
Al caer la noche, los excursionistas se aventuran en la selva tropical para avistar ranas. Guiados por expertos Dayak, los visitantes navegan por la jungla para llegar a la cima del Monte Serapi. Un estanque allí es un caldo de cultivo para especies como la rana voladora arlequín y la rana de labios blancos.
La rana de boca estrecha Matang, una de las más pequeñas del mundo, también reside en el parque. Este creciente interés destaca la necesidad de conservación, ya que la deforestación y el cambio climático amenazan a estos anfibios. Esta situación nos recuerda la importancia de proteger la biodiversidad, algo que también se debate en Latinoamérica, por ejemplo, en la Amazonía.
El gobierno de Sarawak apoya iniciativas como la Carrera Internacional de Ranitas de Borneo. Este evento tiene como objetivo crear conciencia y promover los esfuerzos de conservación. El turismo de ranas de Sarawak muestra su biodiversidad y el potencial del ecoturismo.
Al equilibrar el turismo con la conservación, Sarawak ofrece un modelo de ecoturismo sostenible. Esto beneficia tanto al medio ambiente como a las comunidades locales, algo que resuena con el creciente interés en el turismo responsable en España y Latinoamérica.