Filipinas, conocida por sus impresionantes playas y su rica herencia cultural, enfrenta actualmente desafíos para atraer turistas de China. En 2024, el número de llegadas desde China alcanzó solo 312,222, muy por debajo de la proyección de 2 millones. Esta disminución se atribuye en gran medida al régimen de visa más estricto del país en comparación con sus vecinos de la ASEAN, que han adoptado políticas más flexibles para los viajeros chinos.
La Secretaria de Turismo, Ma. Christina G. Frasco, destacó que la suspensión del esquema de visa electrónica (e-visa) para los visitantes chinos contrasta marcadamente con las prácticas de los países vecinos, donde no se requiere visa o se permite la visa a la llegada. Esta limitación no solo ha afectado el número de turistas, sino que también ha obstaculizado la capacidad de Filipinas para competir en el mercado turístico regional.
De cara al futuro, el Departamento de Turismo (DoT) espera la restauración del programa de e-visa específicamente para los visitantes chinos, y también está preparando un esquema de e-visa para los viajeros indios. Este movimiento estratégico se espera que mejore la accesibilidad y atraiga a más turistas al archipiélago.
Sin embargo, el DoT también enfrenta restricciones presupuestarias que dificultan sus esfuerzos promocionales. El presupuesto para el branding y la promoción del turismo se ha reducido drásticamente de 500 millones de PHP a solo 100 millones de PHP, lo que representa un desafío significativo para aumentar la conciencia sobre Filipinas como destino turístico.
A pesar de los obstáculos, Filipinas recibió 5.95 millones de visitantes internacionales el año pasado, lo que representa un aumento del 9.15%, pero aún por debajo del ambicioso objetivo de 7.7 millones. Para mantener el crecimiento del turismo, es crucial que el gobierno aborde estos desafíos e invierta en estrategias que hagan de Filipinas un destino más atractivo para los viajeros internacionales.