Un estudio reciente presentado en el Congreso de la Asociación Europea de Psiquiatría en 2025 revela una conexión significativa entre el uso excesivo de teléfonos inteligentes y niveles elevados de ansiedad, particularmente entre mujeres jóvenes. La investigación subraya notables diferencias de género en el uso problemático de teléfonos inteligentes, con mujeres que muestran mayor ansiedad social y un mayor temor al juicio negativo en las plataformas de redes sociales.
El estudio, que abarcó a 400 jóvenes adultos (293 mujeres), investigó las relaciones entre el uso problemático de teléfonos inteligentes, el bienestar mental, la regulación emocional y la ansiedad social. Los hallazgos sugieren que las mujeres pueden ser más vulnerables a los desafíos psicológicos derivados del uso de teléfonos inteligentes, potencialmente debido a factores como la comprensión emocional, los patrones de interacción social virtual y los niveles percibidos de apoyo social.
Estos resultados indican que las mujeres podrían beneficiarse de estrategias de prevención y apoyo dirigidas a gestionar la dependencia tecnológica. Los expertos abogan por una mayor investigación para profundizar en la comprensión de las causas y los efectos subyacentes de este problema. Reducir la dependencia de las herramientas digitales podría contribuir a disminuir la ansiedad y la depresión, fomentando una mejor autoestima y un bienestar general.