Compartir momentos en la playa con tu perro es un placer veraniego para muchos dueños. Sin embargo, es importante seguir ciertas reglas y tomar precauciones para garantizar la seguridad y el bienestar de tu amigo peludo.
Se recomienda contactar con la oficina de turismo local para obtener información precisa sobre las playas que admiten perros y los períodos permitidos.
Los perros pueden deshidratarse rápidamente. Lleva siempre agua fresca y un cuenco para tu mascota.
Ve a la playa temprano por la mañana o al final del día para evitar las horas más calurosas. Asegúrate de que tu perro tenga un lugar sombreado y una toalla o esterilla para descansar.
Algunos perros no se sienten atraídos naturalmente por el agua. Nunca los obligues a nadar. Después de nadar, enjuaga siempre a tu perro con agua dulce para eliminar la sal y la arena. Luego, sécale bien las orejas para prevenir infecciones.
Mantén a tu perro bajo control para evitar molestar a otros bañistas. Recoge siempre los excrementos de tu perro y tíralos en los contenedores apropiados.
Consulta siempre la normativa local antes de ir a la playa y asegúrate de que tu perro es bienvenido. Siguiendo estas pautas, tú y tu compañero podréis disfrutar plenamente de agradables momentos junto al agua.